Ha llegado la hora de abandonar el nido familiar o dejar de pagar por vivir en casa ajena. A la hora de adquirir una propiedad, se suele considerar el precio y la zona. Y, en el caso de que se quiera edificar sobre un terreno que ya se tiene, se suele tomar como referencia el precio del metro cuadrado para decantarse por una opción u otra. Sin embargo, son otras cuestiones la que hay que considerar.
Si se tuvieran en cuenta todos los factores, serían más los casos de propietarios que optan por una casa de madera, una posibilidad que gana popularidad. Merece la pena detenerse a estudiar sus ventajas.
Más baratas que las tradicionales
Las casas de madera son sustancialmente más baratas que las tradicionales, habiendo empresas del sector que han calculado que la diferencia puede ser de hasta el 70% menos.
Hay que valorar, además, que las casas de madera parten de los 30 metros cuadrados, lo que supondrá poco dinero. Si las necesidades de espacio crecen con posterioridad, luego se puede proceder a ampliaciones. Las casas tradicionales no ofrecen esta adaptación.
Plazo más corto de finalización
La construcción de una casa de madera puede tardar entre 60 y 90 días desde que un cliente la contrata. En el caso de las casas tracionales de ladrillo y cemento, solo contando el periodo de construcción podemos estar hablando de entre 9 y 18 meses, según páginas especializadas como Slow Home. A ello habría que sumar otros pasos como la elabroación del proyecto de arquitectura
Más eficiencia en las casas de madera
De inicio, por lo tanto, las casas de madera son más baratas que las tradicionales, algo que también se refleja en el uso. No tienen problemas de humedad o de salitre y presentan un buen nivel de aislamiento término en el interior, por lo que hablamos de buen rendimiento energético. Y esto se traduce en ahorro y sostenibilidad, lo que hace a las casas de madera aún más atractivas.