El sistema de construcción de entramado ligero apareció en Norteamérica durante el siglo XIX como consecuencia de dos factores: la disponibilidad de productos industriales estandarizados (madera aserrada y clavos) y la necesidad de habilitar un sistema rápido de construcción para la colonización del Oeste de los EEUU. Durante casi dos siglos de vida, el entramado ligero se ha ido perfeccionando con el tiempo, aunque sus características básicas se mantienen casi intactas.
El entramado ligero consiste en unir vigas de madera arriostradas entre sí mediante tableros estructurales colocados a poca distancia entre sí que están aislados de material aislante. De este modo se construyen muros, forjados y cubiertas a partir de madera que unidas forman una estructura espacial en 3D perfectamente estable.
Utilizar la madera y otros materiales naturales y las uniones en seco permiten reducir mucho la generación de residuos y hacen del entramado ligero un sistema alternativo muy sostenible a la construcción tradicional.
Sistema productivo y sencillo
El hecho de que las piezas estén estandarizadas y certificadas facilita su intercambio, modulación y prefabricación. Las uniones entre materiales son sencillas, no requieren ni juntas ni ensambles especiales, ni herramientas pesadas. Esto ayuda a conseguir mayor productividad uniendo piezas entre sí con clavos y grapas.
Las viviendas construidas mediante entramado ligero son fáciles de impermeabilizar y aislables y presentan un alto grado de flexibilidad.
Sistema tecnificado y controlado
El entramado ligero es un sistema normalizado y modulado, esto hace que el proceso de montaje esté en todo momento controlado: recepción de materiales, almacenaje, protección y calidad de los materiales, calidad de los mismos, etc.
Menor tiempo de construcción
En las construcciones con entramado ligero, el tiempo de construcción es drásticamente menor que en la construcción tradicional por la combinación de prefabricación y la construcción “en seco”.
La construcción en taller permite generar menos residuos y libera la construcción en plena vivienda o edificio.
Material antisísmico
Las propiedades antisísmicas del entramado ligero de madera son también una ventaja a tener en cuenta para decantarse por este sistema de construcción. Los muros de cerramiento se pueden rellenar con material aislante, lo que genera mayor eficiencia y ahorro energético a largo plazo.
Al tratarse de un sistema constructivo en madera, las cimentaciones son más ligeras y económicas y el impacto ambiental generado en este proceso es menor, lo que reduce las posibilidades de corrimientos de tierra o problemas sísmicos.